Saltear al contenido principal

Come coco y notarás la diferencia

PROPIEDADES NUTRICIONALES DEL COCO

El coco es un fruto exótico cuyos beneficios y propiedades lo convierten en una fruta más que pueden convertirla en una fruta saludable, tomada con moderación. Es un alimento que tiene grandes propiedades nutricionales por su alto contenido en fibra, minerales, antioxidantes  y oligoelementos. Además de su valor nutricional  también es muy utilizado a nivel dermatológico y no solo por su capacidad de hidratación.

Es un fruto que puede enriquecer nuestra  dieta al poseer  una cantidad muy interesante de sustancias nutritivas, al ser una fruta muy rica en hierro y potasio, y en definitiva en aquellas sales minerales que participan en la propia mineralización de los huesos, como pueden ser el calcio, el fósforo o el magnesio. Este alto contenido en minerales nos aporta un equilibrio nutricional que se reflejará en nuestro organismo por dentro y por fuera en  nuestra piel.

En lo que se refiere a las distintas vitaminas que posee, destaca la vitamina E. Como sabemos, de importante acción antioxidante, esta vitamina nos ayuda mucho en el correcto mantenimiento de nuestra piel mejorando su textura y manteniendo su hidratación a nivel epidérmico. Posee también vitaminas del grupo B importantes para la obtención de energía en el cuerpo.

El consumo del coco es interesante en dietas remineralizantes, como en las dietas de deportistas, por su aporte de minerales ya que con el sudor se pierden muchos sales minerales del cuerpo. Además aporta proteínas y energía procedente del contenido en ácidos grasos que posee.

Sin embargo, hay que consumirlo con moderación dentro de una dieta equilibrada, ya que es muy energético por su alto contenido en grasas saturadas. Para que te hagas una idea, cien gramos de coco suponen unas 300 calorías. Por esta razón no es recomendable su consumo en dietas de control de peso, por su alto valor energético,  ni en personas con problemas cardiovasculares por su alto contenido en ácidos grasos saturados.

De este fruto se puede aprovechar casi todo. La pulpa es ideal para comer por alto contenido en fibra, con lo cual es un gran aliado para esas personas que padecen de estreñimiento. Es un laxante natural.  También se pueden  extraer varios productos alimentarios que son bastante aprovechables.

Agua de coco

Es el líquido que contiene este fruto cuando aún está inmaduro, o lo que es lo mismo, cuando todavía no ha formado la pulpa ni ha acumulado grasas. Su consumo es más que recomendable porque contiene mucho potasio y nos ayuda a rehidratarnos rápidamente, especialmente en verano se convierte en una fuente de hidratación ideal para el cuerpo. Además nos ayuda a cuidar nuestra figura ya que contiene muy pocas calorías. Todo eso sin contar que la estructura del coco es compatible es casi la totalidad del plasma de nuestro plasma. Aunque suene muy raro el agua de coco llegó a utilizarse como sustituto de la sangre en muchas guerras para salvar vidas. No es extraño que se haya convertido en una de las mejores aguas del mundo para desintoxicar nuestro organismo y, sin olvidar que es sabrosa y muy refrescante.

Aceite de coco

Se extrae de la leche y la pulpa del fruto maduro. Este aceite a nivel nutricional no es muy recomendable por su alto contenido en ácidos grasos saturados. Se utiliza principalmente en repostería por su densidad.

Este aceite tiene quizás más beneficios en utilización dermatológica, en cosmética y salud de la piel.

Con respecto a sus aplicaciones en la piel, el aceite de coco se utiliza desde hace mucho tiempo en bronceadores, champús y otros productos cosméticos. «Es rico en ácido láurico, un acido graso saturado con propiedades antibacterianas, antivíricas y antimicóticas. Además es hidratante ideal para pieles secas y su alto contenido en radicales libres nos ayuda a proteger la piel de agresiones externas.

Leche de coco

Se extrae del la carne del propio fruto ya maduro, y se presenta como un líquido lechoso rico ácidos grasos. Al ser un alimento vegetal no contiene colesterol. Contiene además los minerales, vitaminas y oligoelementos mencionados anteriormente y, aunque su consumo debe ser moderado por su alto contenido calórico, es una buena manera de fortalecer el sistema inmunológico y mantener atentas las defensas del organismo.

¿En qué casos está indicada la leche de coco?

Cuando se tiene carencia de hierro, nuestro organismo no consigue formar la hemoglobina necesaria para mantener los niveles de oxígeno en sangre necesarios. Con un vaso de leche de coco estaremos aportando una cuarta parte de las necesidades diarias de hierro. Además, al ser rico en magnesio alivia los dolores musculares y los calambres. El magnesio ayuda a bloquear el exceso de estimulación de calcio causante de la activación de las células nerviosas. Pero aquí no se acaban sus virtudes. La leche de coco es también rica en selenio, un magnífico antioxidante que nos ayuda a controlar los radicales libres y consigue de esta manera aliviar los síntomas de la artritis. También contiene potasio con lo que se reducen los niveles de presión arterial y, en el caso de los hombres, al contener zinc reduce los riesgos de formación de células cancerígenas en la próstata. El fósforo que contiene fortalece nuestros huesos y podríamos seguir porque estamos seguros de que el coco sigue guardando muchas más secretos de los que nunca hubiéramos podido imaginar. ¿A que no pensabas que un coco pudiera dar tanto de sí?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Prueba
Close search
Abrir chat
¿Hablamos? 💬😊
¿En qué podemos ayudarte? 💬😊