Hilos mágicos, venid a mí
Si Cleopatra levantara la cabeza diría exactamente eso “hilos mágicos, venid a mí”. Porque una cosa son las películas que nos hemos montado imaginando a la mujer más guapa del mundo en brazos de César, y otra muy distinta, la del rostro que tendría si llevara la vida de estrés de ciudad a la que estamos acostumbradas el resto de las mortales. Así que os proponemos convertiros en la nueva Reina de Egipto con una técnica realmente revolucionaria.
Y ¿para qué sirven? Muy sencillo. Para rejuvenecer y acabar con la temida flacidez o combatirla antes de que aparezca.
Beneficios de los hilos mágicos:
- Tiene los efectos de un lifting pero resulta mucho más natural.
- Evita las consecuencias de un tratamiento agresivo porque utiliza los recursos propios de la piel.
- A diferencia de un lifting con hilos tensores, los hilos mágicos, no llevan sutura, así que adiós alergias o intolerancias.
- Se aplica una crema anestésica y en tan solo 20 minutos puedes irte a casa.
Lo dicho, Cleopatra, que según cuentan, no era tan guapa como rezan las leyendas, pediría cita ya mismo en el Centro Médico Cristina Álvarez. Seguro que la piel tersa y joven le vendría de perlas para seguir gozando de esa fama de bella que ha dado la vuelta al mundo.