Cuida tu piel en la playa

Llega el verano y toca momento de disfrutar del sol y enriquecernos de la Vitamina D tan beneficiosa para el organismo.
En esta época la piel está más expuesta y por ello debemos aprender a cuidarla para evitar males mayores. Los rayos UV hacen estragos en la piel, están relacionados con la pigmentación y los UVB intervienen en el envejecimiento de las células, ambos son muy dañinos si la exposición no es controlada. A continuación, te vamos a dar unos consejos para que tu piel luzca bonita e hidratada con un bronceado radiante antes, durante y después de tomar el sol.
Cuidados básicos.
Cuando pasamos un largo día expuestos al sol, estamos resecando la piel haciendo que sufra quemaduras, manchas y foto envejecimiento. ¡Vamos a prepararla!, ¡toma nota!
En primer lugar, debemos empezar exfoliando y retirar las células muertas. Este es el primer paso antes de exponer la piel al sol, así conseguiremos un bronceado duradero y uniforme con una piel suave y atractiva. No te olvides nunca del protector solar. Las radiaciones solares son las responsables del foto envejecimiento de la piel, las manchas y las quemaduras. Lo más recomendable es la protección con SPF 30 como mínimo cada 2 horas y después de cada baño. Si eres muy blanquita de piel tienes que utilizar una protección con un factor más alto. Muy importante proteger la cabeza con sombreros o gorras y los ojos con gafas solares puesto que es uno de los órganos más sensibles del cuerpo.
No te confíes, aunque el día este nublado, debes aplicarte el protector solar. Las nubes no impiden el paso de los rayos UV.
Las horas más peligrosas y donde la piel está más expuesta a quemaduras son entre las 12:00h y las 16:00h, los rayos solares inciden verticalmente sobre nosotros y son más violentos.
Beber mucha agua o hidratarse. Cuando estas tomando el sol, es muy importante hidratarte frecuentemente, el sol, la sal y el cloro resecan la piel y esto hace que perdamos la humedad que tenemos en nuestro cuerpo. Aumenta el consumo de alimentos ricos en Vitamina C, son muy refrescantes. Proveerán a tu cuerpo de antioxidantes que ayudan a proteger a las células de la piel. Después de la exposición, es muy recomendable darte un baño de agua a temperatura ambiente o más fría para ayudar a nivelar la temperatura del cuerpo.
Hidratar la piel es fundamental, para ello utiliza After Sun o cremas hidratantes al igual que cremas para el contorno de ojos. No te olvides del escote, es el gran olvidado.
Si sigues estos hábitos con los debidos cuidados de la piel tras un día de playa o piscina, es posible exhibir un bonito bronceado sin descuidar la salud del organismo.
¿Necesitas más información?
Nuestro equipo de profesionales realizará un analisis para ayudarte a elegir el tratamiento más adecuado para tus necesidades